“Mi hijo es carnívoro, no toca los vegetales ni por equivocación”
“Mi hija nunca se come su vegetales”
¿Te suena familiar estos comentarios? Estos son algunos de los comentarios típicos que muchos padres de familia se enfrentan todos los días. Como padres de familia tenemos la obligación de alimentar correctamente a nuestros hijos, pero ¿que pasa cuando nuestros hijos no cooperan y la hora de la comida se vuelve un campo de batalla? Para entender más el por qué es tan difícil cambiarles a los niños su alimentación a una saludable, es importante tomar en cuenta estos factores:
- Que tan abierto es tu hijo(a) a probar alimentos nuevos
- La forma en que se alimenta el resto de la familia. Si los padres de familia comen saludable, el niño lo hará igual.
- De la actitud y reacción que los adultos tienen en cuanto a alimentos saludables. El niño sabe muy bien identificar las facciones de los padres cuando algo está bien o más. Si los padres reaccionan con disgusto ante un alimento saludable, el niño hará lo mismo.
- Que sabores fueron expuestos durante el embarazo.
- Que tan accesible es la comida saludable en casa. Si el niño solo tiene opciones saludables, es más probable que coma saludable. Es importantísimo mantener una alacena saludable para prevenir antojos de comida chatarra.
- El niño preferirá siempre alimentos chatarra sobre los alimentos saludables. Si tú le pones un brócoli y un dulce enfrente, el niño pospuesto escogerá el dulce. Esto es gracias a que los alimentos chatarra tienen sabores intensos. Por eso cuando se les ofrecen vegetales no les saben a nada. Tú tienes que tomar la decisión por ellos, no dejes que ellos decidan que comer.
Muchos niños son más remilgosos que otros, pero al final lo importante es que los expongas a alimentos saludables lo más que puedas. Hay varias formas de ayudar a tus hijos a formar buenos hábitos alimentarios.
1. Empieza lo antes posible
Entré más temprano acostumbres a comer saludable a tus hijos, más fácil será en el futuro.
2. Pon el ejemplo
No cocines nada más vegetales nada más para ellos, tú también cómelos.
3. Sé paciente
El cerebro necesita tiempo para acostumbrarse a cambios. También las papilas gustativas toman más o menos 21 días para acoplarse a sabores nuevos. En caso de los niños también las texturas juegan un papel muy importante.
4. Se creativa e ingeniosa
No te desanimes la primera vez que le des un alimento nuevo a tu hijo y no se lo comió. Sigue ofreciéndole ese alimento cada semana. Trata de cocinarlo en diferentes formas. Te sorprenderá ver que tal vez no le gusta el brócoli cocido por la consistencia, pero le gusta comérselo crudo. Trata de esconder vegetales en salsa, sopas y otros guisados.
5. Empieza poco a poco
Ofrece un alimento nuevo a la vez. No trates de cambiarle todo de repente. Tampoco elimines grupos de alimentos si no está comiendo otros alimentos que los pueda sustituir. Por ejemplo, no le quites la carne si tu hijo no está comiendo frijoles, tofu, granos enteros, semillas, etc. Es mejor introducir antes de quitar. Esto asegurará que no sufra de ninguna deficiencia. Aprende a incluir más legumbres en tu alimentación diaria, no solo tu niño se beneficiará.
6. Ofrécele alimentos densamente nutritivos
Los niños necesitan calorías, vitaminas y minerales para crecer. En esta edad se pueden llenar muy fácilmente porque sus estómagos son pequeños, por eso lo mejor es ofrecerles alimentos que son densamente nutritivos 5 a 6 veces al día. Esto significa ofrecerles alimentos que contienen más vitaminas, minerales y calorías en menos cantidad de alimento. Ejemplos serían el aguacate, semillas, nueces (si no hay alergias), mantequilla de nueces y semillas. También es importantísimo que reduzcas los alimentos chatarra, ya que estos desplazarán a los alimentos saludables. Los alimentos chatarra solo aportan muchas calorías, grasas malas, sal, azúcar y pocas vitaminas y minerales.
7. Sencillez es la clave
Los niños no necesitan recetas complicadas, al contrario, prefieren platos sencillos. También trata de ayudarles a que coman independientemente ofreciéndoles alimentos que pueden comer con las manos.
8. Enséñales a cocinar
Cuando les enseñamos a cocinar, es más probable que el niño pruebe lo que cocinó. También cuando le enseñas a cocinar, lo estas exponiendo a los alimentos tal y como son. “La zanahoria luce así antes de hacerla en una sopa”. Siempre dales una tarea dependiendo de su capacidad y edad. Te recomiendo leer el artículo “La importancia de cocinar en casa” , encontrarás buenos consejos.
9. Hazlo divertido
Trata de incluir todos los colores de arcoíris. Los colores fuertes de vegetales y frutas pueden llamarles la atención. También puedes cortar la fruta en diferentes formas. Yo usaba un cortador o molde de galletas con diferentes formas como mariposas corazones, cuadrados, etc.
10. Busca grupos de mamás que también quieran alimentar a sus hijos a base de plantas
Ser parte de un grupo no solo beneficia al niño, si no a las mamás también. Los niños aprenden más rápido de otros niños. Las mamás pueden compartir recetas, compartir inquietudes, consejos, etc.
Estas recomendaciones son fundamentales para ayudarles a tus hijos a formar hábitos alimenticios buenos que les servirán por el resto de su vida. Me gustaría oir qué es lo que a ti te ha funcionado para que tus niños coman saludablemente. ¿Qué otra recomendación nos harías?
Saludos,
Veggisima