En estos últimos años he notado un aumento enorme en el número de jóvenes interesados en el veganismo. Desafortunadamente, muchos no encuentran el soporte y apoyo, ya sea por falta de información, información errónea o falta de interés por parte de los padres. Entiendo que como padres, siempre queremos lo mejor para nuestros hijos y cuando se trata de cambiar a una alimentación vegetal en esta etapa de la vida tan importante puede causar preocupación. Por eso es tan importante que tanto los padres como los jóvenes se informen correctamente. Afortunadamente una alimentación vegetal es totalmente adecuada para cualquier etapa de la vida como lo indican varias organizaciones como la Academia de Nutrición y Dietetica de los Estados Unidos.
Por eso estoy feliz de compartirles esta entrevista que le he hecho a Estela Bayarri, autora del libro ” Mi hijo se ha hecho vegano”. Un libro que va dirigido a padres y jóvenes, y que es una herramienta para lograr una transición exitosa.
¿Cómo salió la idea de escribir un libro sobre este tema?
Cuando mi hijo tenía un par de añitos me puse a escribir un libro en el cual quería compartir mi experiencia como madre vegana, ya en el embarazo y la crianza de un niño vegano. Por supuesto quería hablar de cómo todo estaba yendo tan fenomenal, tanto mi embarazo, como el desarrollo de mi hijo. Quería desterrar mitos sobre los veganos y decir a todo el mundo lo fácil y saludable que es llevar una alimentación 100% vegetal incluso en la infancia. Entonces, casualidades, conocí a una persona de la editorial Beta y les dije que estaba escribiendo este libro. Ellos a su vez estaban buscando autores, así que tuvimos una reunión y me expusieron la idea que ellos tenían: este libro. Ellos conocían de primera mano el fenómeno creciente de adolescentes que se están haciendo veganos y la situación en que sus padres y familiares se encuentran cuando esto sucede: llenos de desconocimiento y temores. Este libro nace pues para ayudar a esos padres y familiares y también a los adolescentes y chicos y chicas jóvenes que toman esta importante decisión.
¿Cuáles son los tabúes y preocupaciones más comunes que tienen los padres cuando el adolescente les presenta la idea de volverse vegano?
En general les preocupa que sus hijos no vayan a obtener los nutrientes necesarios en una alimentación vegetal. Creen que les van a faltar proteínas, calcio, hierro… También realmente no saben qué van a poder cocinar a partir de ahora y se sienten totalmente perdidos. Las comidas son tan importantes en nuestra sociedad, son momentos de compartir, están ligadas a nuestros recuerdos y emociones, así que hacer un cambio tan grande en esta área hace tambalear varios cimientos de las familias. Por lo que es importante que desde el principio se sepa que se puede hacer una alimentación vegetal que se parezca mucho a la alimentación que llevaban hasta ahora, lo que se llama veganizar los platos tradicionales y, así, que nadie sienta que se está perdiendo algo. También, importantísimo, quitar ese miedo que tienen los padres y familiares sobre la nutrición, pues una alimentación vegetal equilibrada y bien planificada es saludable para todas las etapas de la vida. Incluso más saludable que la alimentación convencional que pudieran estar llevando hasta entonces.
¿Con qué dificultades se encuentra el adolescente/joven que se hace vegano?
Lo más común es encontrarse con muchas reticencias, incredulidad, incomprensión, de las personas de su alrededor que no entienden el porqué de su decisión y piensan que es hasta incorrecto, poco saludable, una locura incluso.
En ese caso, el adolescente/joven todavía se sentirá peor pues para él/ella son obvios los motivos por los que ha hecho este cambio en su vida, quiere que a los animales se los deje tranquilos, cree que es lo que ayudará a combatir los problemas del medio ambiente y está aprendiendo que una alimentación 100% vegetal es totalmente saludable.
Por otro lado, tendrá problemas para encontrar opciones veganas en los restaurantes de siempre, las cafeterías, etc. En el caso de los adolescentes que todavía van a la escuela, probablemente no tendrán la posibilidad de tener un menú adaptado pues en estos momentos eso depende de la voluntad de cada centro, no hay ninguna ley que rija este caso. Es por ello que en España se ha formado Feumve, asociación de familias que luchan por un menú vegano inclusivo y de calidad en todos los comedores escolares. En estos momentos en España a muchos niños y niñas, adolescentes y jóvenes se les deniega un menú vegano en sus centros escolares, con lo que esto conlleva de discriminación pues se les marca por ser “diferentes”, están sucediendo hasta casos de acoso escolar y bullying por parte de profesionales del centro y compañeros/as, por tener la creencia arraigada y errónea de que las personas veganas solo comen “lechuga” y son flacas y enfermizas. A una de estas niñas, sus compañeros le dicen que se va a morir por ser vegana y en su escuela no le proporcionan un menú vegano, solo le sacan los productos animales del plato, con lo cual queda un menú muy pobre, desequilibrado y bajo en calorías, apenas pasta, ensalada, verduras y fruta.
Algunas de estas familias llevan años de lucha, de recogida de firmas, de reuniones, asesoramientos legales, cartas… sin conseguir todavía nada, casi ni que les escuchen. Pero en estos momentos, como nota de optimismo, parece que las cosas se están moviendo un poco pues desde Septiembre se ha formado está asociación y disponemos de representantes en todas las Comunidades Autónomas de España más el apoyo de muchos profesionales: pediatras, psicólogas, abogados, periodistas, escritores, profesores, empresas, comercios y muchos más. Estamos participando casi cada fin de semana en distintos eventos y tenemos ya miles de firmas recogidas.
¿Cómo abordar el tema del veganismo en eventos sociales, ya sea con familiares o amigos?
Esto dependerá del carácter de cada chico o chica, ya que algunos son más extrovertidos y querrán contar que se han hecho veganos y explicar los porqués. Otros, sin embargo, aquellos más reservados, quizás no querrán decir nada porque no quieren destacar o que les hagan sentir diferentes. Así que se tendrá que ver en cada caso. Lo que sí que es cierto es que en algún momento tendrán que decir que son veganos o que no consumen productos animales, especialmente en comidas familiares o de amigos, fiestas, salidas, etc.
Esa sería la parte del chico/a. En relación con sus familiares y amigos, es importante que sepan que hacerse vegano no es una moda pasajera, una tontería, un capricho… sino que es algo muy importante para esa persona que tiene que ver con sus valores y su moral más profunda. Este libro ayuda a esas madres, padres, familiares, amigos, a entender el porqué de la decisión, y saber que estos chicos/as pueden estar hasta pasándolo mal porque han descubierto una realidad que desconocían (las condiciones en que los animales malviven y son tratados en la industria cárnica, láctea y de huevos), y pueden estar pasando lo que se llama el síndrome de burnout, que es literalmente sentirse quemados y apabullados por tal realidad. Otras autoras hablan también de que estos chicos/as están pasando por un estado de shock post-traumático secundario, que es similar al de tipo primario (cuando uno es la víctima) pero en este caso es por ser testigo de los que les pasa a otras víctimas (los animales). Así que es un tema muy serio que en ningún caso debería ser banalizado y debería ser tratado con mucha sensibilidad para que no se den casos, por desgracia tan habituales, de burlas y bromas de mal gusto a las personas veganas por parte de las personas no veganas.
¿Qué responsabilidades deberían tener tanto los padres cómo los hijos cuando se decide hacer el cambio?
Acabo de hablar en la pregunta anterior sobre el síndrome de burnout o estrés post-traumático secundario, muy importante a tener en cuenta por parte de los familiares y amigos de los chicos/as que se han hecho veganos. Por otro lado, los chicos/as también deberían informarse bien de cómo llevar una alimentación vegetal equilibrada y saludable, y no dejar que solo sean los padres los que toman esa responsabilidad de preparar comidas y adquirir los alimentos. Es una manera de que los chicos/as se van a implicar en la organización familiar, ir a comprar y aprender a cocinar.
¿Qué recursos, páginas, información, grupos de apoyo tanto para el adolescente como para los padres nos recomiendas?
En el libro recomiendo tres documentales que pueden ser buenísimos para mirarlos juntos padres e hijos. He escogido uno que tiene que ver con la cuestión del medioambiente, que es Cowspiracy, otro que trata sobre los aspectos de salud relacionados con una alimentación vegetal, que es Forks over knives, y por último el que trata la cuestión de los animales en las granjas industriales, que es Earthlings. Este último tiene unas imágenes muy duras y no lo recomiendo para los jóvenes que ya han hecho el paso al veganismo y los están pasando mal, pues es añadir más sufrimiento a sus corazones. En cambio, para esas personas que no entienden los porqués y no ven que la industria animal esté tan mal, es muy necesario que lo vean para que ellos mismos lo juzguen con sus ojos.
En la actualidad hay tantos recursos para ayudar a las personas en la transición al veganismo que es difícil escoger los materiales. A los chicos/as les recomiendo, si es que ellos no lo han hecho ya, unirse a grupos de Facebook o de su localidad si los hay (encuentros tipo Meetup) y que conozcan otras personas veganas para poder escuchar por lo que otras personas han pasado, cómo han solucionado las cosas, qué les ha funcionado, etc. Existe un grupo llamado Desafío 22 donde te unes gratuitamente y durante 22 días recibirás la ayuda de otras personas veganas y nutricionistas para poder hacer todas las preguntas que quieras y ver también lo que otras personas preguntan y qué respuestas les dan.
Por último, muy importante, diría que padres e hijos deberían empezar a recrear sus platos tradicionales veganizados, así que podrán encontrar las recetas en Internet y se irán sorprendiendo de todo lo que se puede hacer con ingredientes vegetales. Como decía antes, un capítulo de mi libro se llama así, “veganizar los platos tradicionales” y contiene un par de páginas donde podemos encontrar los alimentos vegetales que sustituyen a los ingredientes animales más típicos como leche, huevos, mantequilla, carne, pescado, etc., todo de una manera muy visual con ilustraciones.
¿El cambio a una alimentación vegana por parte del adolescente tiene o implica algún impacto en la economía familiar?
Esta es una de las preguntas que más se hacen y es que muchas personas piensan que ser vegano es caro, sale hasta en noticias en los medios de comunicación. Es una información muy errónea y engañosa pues una alimentación vegana saludable, integral, natural es económica. En primer lugar, si las personas veganas no comen carne, ni pollo, ni pescado, ni queso, ni huevos, ni tantos productos que quedan descartados por llevar ingredientes animales, nos tendría que hacer ver que partimos de una alimentación mucho más económica: ¡hemos eliminado muchísimos productos!
Por otro lado, si lo vemos desde la perspectiva que una alimentación vegetal se constituye de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos y semillas, estos también son alimentos aptos para todos los bolsillos pues son de los más económicos especialmente si se compran locales y de temporada. Todo se puede obtener de los comercios habituales, supermercados, tiendas de legumbres, fruterías y verdulerías.
Los que creen que la comida vegana es cara es porque están pensando en todos esos alimentos “nuevos” que están apareciendo por la creciente demanda de productos sin ingredientes animales que se pueden encontrar en tiendas ecológicas y veganas. Están pensando en las hamburguesas, quesos, salchichas, galletas, pasteles, snacks y un larguísimo etcétera. Cabe tener en cuenta que la mayoría de estos alimentos son completamente secundarios o extras. No es necesario consumirlos para seguir una alimentación vegetal saludable. Si se consumen es porque nos gusta su sabor, queremos hacer platos divertidos, porque se echa de menos los sabores antiguos, etc. Igualmente, si recordamos que hemos eliminado tantísimos productos animales, incluir algunos de estos alimentos vegetales no convertiría esta alimentación en tan cara, si no, como máximo, igual que antes. En el libro, hablo de todo esto extensamente, pues es muy importante que se conozca: ofrezco un listado de la compra de todos los alimentos vegetales normales que podemos encontrar en las tiendas habituales, nombro algunos de los alimentos que ya se empiezan a encontrar en tiendas convencionales pero que hasta hace poco eran exclusivos de tiendas eco o veganas y que sí que son buenos alimentos en una alimentación vegana como es el tofu, el tempeh, el seitán y las hamburguesas vegetales, pero también explico cómo hacer muchos de estos alimentos que comprados hechos salen más caros en casa, como pueden ser las hamburguesas, croquetas, albóndigas, tortillas, galletas, salsas, cremas, etc.
¿Cuál es la forma más adecuada de reaccionar ante la resistencia de padres, amistades y la sociedad? ¿Cómo debe el adolescente manejar la frustración ante la resistencia al cambio?
Siendo un modelo de constancia y coherencia. La comunicación de esta decisión lo será todo para conseguir ser comprendidos por los demás o, por el contrario, ponernos la gente en contra. Mucha gente tiene unas grandes resistencias a los cambios y aquello que es tradicional, costumbre, natural, cultural, está grabado a fuego en sus mentes. Muchas personas creen que no consumir productos animales es incorrecto, no saludable y hasta peligroso. Solo piensan eso porque simplemente no están informados, no conocen otra cosa que lo que han hecho toda la vida. Así que es importante tener mucha paciencia, mucha empatía y, sobre todo, ser constantes y coherentes con nuestra decisión. Ir dejando ir algunas de las informaciones que sabemos, cuando vemos que el otro puede estar receptivo, para que vayan viendo que hay otras maneras de alimentarse muy diferentes que la suya. Este libro contiene toda esa información y es por eso que es un libro a ser leído entre padres e hijos juntos, dejarlo a los familiares, a las amistades, etc.
Creo que la mejor estrategia es ir construyendo desde lo positivo, por ejemplo ese joven podría aprender a recrear alguno de los platos más queridos por su familia y cocinarlos para ellos. También encontrar materiales que puedan ser de interés para sus padres/familia, pero tendrá que ver qué es lo más efectivo en función de lo que a estos les motive más. Hay quienes se les puede entrar más con el tema del medioambiente, otros por la salud, otros por los animales, otros por las cuestiones de desigualdades en el mundo. Cada uno va a tener que informarse mucho de todo lo que ser vegano implica para poder en cada caso transmitir la información más efectiva.
De todas maneras, y por desgracia, muchos de estos chicos/as van a encontrar muchas resistencias que no van a ser tan fáciles de superar y van a tener que manejar esa frustración sin duda. Otra vez recomiendo que busquen ayuda en grupos de veganos, locales, por Internet, que vayan a encuentros, a ferias, a eventos veganos, para sentir que no están solos y que hay muchas más personas que están luchando por lo mismo y así tener esperanza y hacerse una círculo de conocidos y amigos con los que se sientan cómodos, comprendidos y no juzgados.
Espero que esta entrevista sea útil para todos aquellos, tanto padres como jóvenes, que están buscando informarse sobre el tema.
Puedes encontrar a Estela en su blog “Vida de Sabor Autentic” y seguirla en sus redes sociales.
Otros recursos que recomiendo: