Una vida ajetreada y llena de prisas nos hace descuidar nuestra alimentación y caemos en el “No tengo tiempo para preparar o cocinar una comida sana”. Generalmente el desayuno y los vegetales verdes los más olvidados, pero con un poco de planeación podemos lograrlo. Este es un ejemplo: ten cubitos de espinaca congelada listos para usar en smoothies verdes o licuados, sopas y hasta para papillas de bebé. Solo licúa espinacas con un poco de agua y congela en charolas para cubitos de hielo. De esta forma tendrás espinacas limpias y listas para usar. También puedes licuar la espinaca con un poco de jugo de naranja para tus smoothies.